La consulta en términos políticos por la validez del comunismo en pleno siglo XXI ha sido uno de los temas más espinosos que hasta la fecha es uno de los puntos de debate más interesantes, tanto en lo que respecta a nivel práctico como teórico. Lo cierto es que lo visto durante el siglo XX no parece ser una demostración de que optar por el comunismo sea lo más pertinente. Claro, haciendo la aclaración que en realidad aún no se ha visto un “comunismo en estado puro”, sino variantes que pese a compartir la mayor de sus postulados, no se apegaron a lo que es en esencia el comunismo.
El comunismo en el siglo XXI
De acuerdo con lo que se mencionó en los párrafos anteriores y lo que se puede intuir por el panorama actual a nivel político, social y económico, el comunismo en pleno siglo XXI sólo es posible si se lo adapta en cierta medida a las lógicas capitalistas que imperan en nuestra época. Un ejemplo claro de lo anterior es China, un país que pese a ser calificado durante un lapso de tiempo como una de las alternativas comunistas más fuertes, poco a poco ha ido demostrando que su modelo político y económico no se circunscribe como tal a este sistema político, sino que es más bien una mixtura entre el capitalismo y el comunismo.
Quien se traslade para el caso de Corea del Norte sólo va a encontrar abuso de poder, muertes y un régimen que por ahora no ha podido ser descifrado por las restricciones que impone. Finalmente está Sudámerica con países como Venezuela o Ecuador, que al revisar sus índices…van en caída.
En conclusión, no se quiere decir que el capitalismo es la solución, porque claramente presenta fallos e injusticias, pero el comunismo tampoco es la salida.