Con el paso de los años, con la marcha natural de la vida, las personas vamos perdiendo vitalidad, capacidad de movimiento y agilidad. Hay, por fortuna para ellas, personas muy mayores que siguen siendo todavía autosuficientes para salir a caminar y están en mejor forma que muchos más jóvenes. Sin embargo, es también muy habitual encontrarnos con personas mayores que, por los problemas naturales de su edad, necesitan de una silla de ruedas para poder trasladarse de un lugar a otro, incluso en la casa. En otros casos, la movilidad reducida se produce por alguna enfermedad temprana o por algún desgraciado accidente. Sea como fuere, cuando una silla de ruedas entra en nuestro hogar, debemos acondicionar la casa para poder conducir esa silla por cualquier lugar. Y esto es algo que a veces supone un gran quebradero de cabeza.
En la mayoría de ocasiones, las casas no están preparadas de por sí para alguien con movilidad reducida. Esto es así porque normalmente escogemos viviendas a diferentes niveles, con escalones entre ellos, grandes escaleras o más pequeños y breves, y también puertas estrechas que nos hagan ganarle terreno a la pared. Sin embargo, cuando llega el momento de meter una silla de ruedas en casa nos damos cuenta de los problemas que vamos a tener para llevarla por todo el hogar y debemos llevar a cabo ciertas reformas, a veces completas y en otros casos simplemente puntuales, para adaptar la casa a esa persona y que pueda vivir cómodamente en ella, sin que se encuentre obstáculos insalvables para esa nueva situación. Aquí te vamos a dar todas las claves para acondicionar tu vivienda correctamente.
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